Ha vuelto a suceder. El año pasado fue Idrissa Diallo. Ahora, casi un año después, le ha tocado a Alik, un ciudadano armenio de 32 años. La madrugada del 2 al 3 de diciembre pasado, Alik murió en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zona Franca (Barcelona). La policía que lo custodiaba afirma que fue un suicidio. Alik estaba en una celda de aislamiento, cosa “curiosa” si tenemos en cuenta que en un CIE las personas no están detenidas ni están presas, sino que están “retenidas” a la espera de que la policía los deporte por haber cometido una falta administrativa (no tener papeles). La versión de la policía ha sido puesta en duda por testigos de dentro del CIE y por entidades que conocen y siguen de cerca las barbaridades que tienen lugar (y se esconden) dentro de las paredes de los CIE’s. Por si acaso, la policía ha deportado a dos de los testigos que contradecían la versión policial. Esto tampoco es la primera vez que sucede.
Dejo un breve resumen de prensa, con algunos links por si algún despistadillo no se ha enterado aún de lo sucedido y quiere seguir la información (además, como es fácil de imaginar, este hecho tampoco sale mucho en los medios “normales”) y aprovecho para colgar algunas fotillos que tiré durante la concentración que tuvo lugar ayer 9 de diciembre por la tarde delante de la Jefatura de Policía en Via Laietana y de la marcha que siguió hasta Plaza Sant Jaume para pedir justicia por la muerte de Alik y por el cierre de esta cosa tan aberrante y que atenta contra los derechos humanos que son los CIEs. No hace falta decir que soy una pésima fotógrafa, pero bueno, tiré las fotos y ahí las dejo.
En diciembre ya colgué una entrada a propósito de algunas cosillas interesantes que se trataron a lo largo de las intensas jornadas «Tanquem els CIE’s» que vivimos en la Universitat Pompeu Fabra a finales de 2012. Los que tuvimos la oportunidad de asistir a esas jornadas, tuvimos también la suerte de ser los primeros en ver el documental que hoy cuelgo aquí: «Sobren raons», sobre el CIE de Zona Franca (Barcelona), realizado por Marielle Paon y Susana González de 15mbcn.tv.
Para quien quiera saber más sobre qué clase de patraña es esto de un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), dejo el link con el post que escribí justo después de aquellas jornadas, donde además de explicar lo que es un CIE, también puse algunos links externos con montón de información sobre el tema: «Mi vida va prohibida, dice la autoridad…”. De cárceles encubiertas y otras barbaries silenciadas.
Y efectivamente, «sobren raons» (sobran razones) para acabar con los Centros de Internamiento de Extranjeros en este país y en la UE. Sobran razones para acabar con estas cárceles encubiertas. Sobran razones para acabar con la ley de extranjería. Sobran razones para acabar con esta barbarie obra de la maquinaria infernal de los estados neoliberales para el control y la explotación de personas.
No me cansaré de gritarlo. Ni CIE’s, ni CECE’s, ni Ley de Extranjería. Nadie es ilegal.
Creo que le saqué algo de suquillo a las jornadas Tanquem els CIE’s que tuvieron lugar en Barcelona estos días 14, 15 y 16 de diciembre en Barcelona. Recogí información detallada sobre los Centros de Internamiento de Extranjeros, las políticas de control de fronteras de de FRONTEX y otros datos “técnicos” o jurídicos.
Las jornadas estuvieron bien en ese sentido. La pena es que, una vez más volví a comprobar que las organizaciones sociales que tratan el tema de la inmigración y la ley de extranjería, siempre acaban pecando de lo mismo: el dichoso humanitarismo. Enfocan y tratan estas situaciones desde una perspectiva paternalista. Ya no se amparan en dios y la caridad cristiana, sino que ahora se amparan en los Derechos Humanos. Pero da lo mismo. Es esta visión, que desde otros ámbitos luchamos por acabar con ella, del inmigrante como un “pobrecito desgraciado” por el que debemos sentir lástima o compasión y hacia el que, en un alarde de vanidad humana, nos sentimos obligados a hacer un acto de dignidad saliendo en su defensa como si fuéramos sus “primos de zumosol”. Ojo, que con eso no quiero decir que no debamos actuar ni trabajar para denunciar situaciones de flagrante injusticia y crueldad! Lo que quiero decir es que la situación de injusticia no es “por designio divino” o “por ley natural”. No basta con ir curando las heridas, sino que hay que atacar al agresor para que deje de provocarlas. No sé si me explico…
Aunque parezca increíble, durante las jornadas, nadie puso encima de la mesa que el problema radica en el sistema económico y político global. Desde mi punto de vista, está claro el papel que ocupan los estados neoliberales como ejecutores de las directrices que marca el sistema (o el poder) económico. No olvidemos que la Ley de Extranjería es una ley para regular el mercado laboral (lo pone bien clarito en el preámbulo) y los controles en torno a la entrada y salida de trabajadores extranjeros tienen que ver con la regulación de los flujos de mano de obra, que igual que el resto de mercancías, se pretende que circulen para uso y disfrute y beneficio de los mercados económicos. El Estado aquí cumple una función de regulador de estos flujos, siguiendo las directrices y conveniencias económicas de los señores del capital (vamos, como siempre). Es lo del “Estado perpetrador”, que decía no sé quién.
Pues bien, nadie dijo nada sobre esto. Era como una “sinrazón” o una fuerza maligna de la naturaleza que llevaba a los Estados a montar dispositivos de control de las personas con costes millonarios (de dinero y de vidas), pero sin saber bien bien para qué, ni por qué. O tal vez, ¿daban por válido los argumentos de defensa y seguridad de los estados para justificar el control de los movimientos de las personas? Solo hubo un ponente que así con la boca pequeña y de pasada, dijo que “quizás” la existencia de los CIE’s estaba al servicio del capital. ¿Quizás? Pppfff…. ¿¿¿No han leído a alguien tan trillado como Buenaventura de Sousa Santos???? Como me cuesta creer que no estén al tanto de esto, no entendí muy bien lo que estaba pasando en esas mesas redondas. En fin…. Que fue bastante curioso, la verdad.
CIE’s: cárceles encubiertas
Para los que no estén muy al caso, un CIE, técnicamente, es un centro de carácter no penitenciario donde se retiene (que no detiene, importante matiz) a las personas extranjeras por no tener papeles (es decir, por no tener el permiso de residencia en regla). Se las interna ahí mientras se tramita, o su deportación a su país de origen, o una devolución a la frontera por la que entraron. Al “retenido”, puesto que se le imputa una falta administrativa, se le priva únicamente (¡como si fuera poco!) del derecho a la libertad de deambulación, mientras que el resto de derechos en principio no se deben ver afectados. Este internamiento no debe sobrepasar nunca los 60 días.
Todo esto es la teoría oficial, mu bonita ella, aunque ya suena bastante mal. Pero además, lo que ocurre es que la realidad dista bastante de todo esto. En realidad los CIE’s son cárceles encubiertas que, al ser consideradas legalmente como centros no penitenciarios, dejan a los internos sin las (pocas) garantías penitenciarias que tienen las prisiones. Además hay que recordar que dejan sin estas garantías no a criminales, sino a personas que no han cometido ningún delito penal.
No soy jurista (dios me libre…) y ya de entrada me disculpo por las posibles meteduras de pata, pero intentaré explicar un poco, así a lo bulto, el meollo del asunto:
La Constitución Española y los diferentes tratados sobre Derechos Humanos establecen que el Estado puede privar de la libertad solamente a las personas que hayan cometido un delito tipificado en el código penal. Las personas acusadas de cometer un delito de este tipo deben ser juzgadas (con la garantía de un juicio neutral y justo) y el castigo de cárcel lo debe dictar un juez. La policía, en este caso, lo que hace es simplemente ejecutar la orden del juez.
Entonces: un CIE es una treta legal que se ha inventado el Estado para encarcelar a inmigrantes saltándose legalmente los “obstáculos” legales. Es como esquizofrénico, pero es así. De entrada, el interno está ahí por una falta administrativa, no penal. Gracias a esa diferencia de “matiz”, no hace falta pasar por la vía judicial. La privación de libertad la decide directamente un policía, no un juez.
A parte de todo eso, pues lo de que se priva solo de la libertad deambulatoria, pues es mentira de la buena. A parte de que es como difícil de pensar que no te puedas mover de un sitio, pero que el resto de cosas se mantengan igual….
En los CIE’s se vulnera el carácter de centro no penitenciario. No se garantizan los derechos fundamentales: no se garantiza la presencia de intérpretes y traductores, se vulnera el derecho a estar informado de su situación o de su expediente, no se garantiza el derecho a asistencia jurídica, se vulnera el derecho a la intimidad (no hay ni taquillas para dejar los objetos personales), se vulnera el derecho a la seguridad, no hay cámaras de seguridad que permitan verificar el correcto funcionamiento del centro, se vulnera el derecho a la confidencialidad y no hay procedimientos adecuados ni con garantías de tramitar quejas o reclamaciones ante abusos dentro del centro por parte del personal que lo custodia. Lo de los 60 días de tope, mentira de la buena también. Las mujeres embarazadas o las personas con problemas de salud reciben asistencia médica deficiente y/o inexistente (se interrumpen tratamientos médicos crónicos), etc. etc. etc.
Además de todo esto, la opacidad de lo que sucede dentro de los CIE’s es alarmante. No hace falta recordar las muertes, suicidios y denuncias de palizas, vejaciones, etc. que saltan de cuando en cuando a los medios. Para muestra, un botón: un resumen del “bonito” historial del CIE de Málaga: http://www.tomalatele.tv/web/?p=2092
En España actualmente existen 7 CIE’s en funcionamiento (Madrid, Valencia, Barcelona, Algeciras, Tarifa, Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura. Este último está abierto, pero está vacío (cosas de FRONTEX…). Y luego existen 2 CETI’s (Centros de Estancia Temporal para Extranjeros) en Ceuta y Melilla. El primer CIE es el de Aluche (Madrid) y se abrió en 1985. Desde entonces, no existe ningún reglamento que regule el funcionamiento de estos centros. En estos días (27 años después…), se aprobará el reglamento que el Ministerio del Interior ha preparado después de muchas reclamaciones. Hasta el día de hoy, el funcionamiento de estos centros depende la voluntad (o capricho) de los respectivos directores de estos centros (al director del centro de BCN se le conoce en el mundillo como “el Sheriff de Zona Franca”, con eso lo digo todo). Las jornadas sobre los CIE’s iban bastante calentitas con este tema, puesto que este reglamento se ha elaborado haciendo oídos sordos a los informes y recomendaciones de todas las organizaciones sociales y si bien es cierto que implicará poder unificar las normas de funcionamiento en todos los CIEs, la cosa supone un paso hacia atrás. Para entendernos: para unificar la normativa, han cogido como modelo el CIE con las normas más chungas.
Como dijo Cristina Fernández, del Observatori del Sistema Penal i del Drets Humans (OSPDH), para el Estado, una vez sacadas de circulación las personas “indeseables”, el problema ya está arreglado. Al Estado, lo que sucede dentro de un CIE y las condiciones en las que están las personas internas, le importa un comino (por eso han tardado tanto en hacer el reglamento): ni son sus súbditos, ni son sus ciudadanos, ni tienen ninguna capacidad de incidencia directa (ni voz ni voto). Por tanto, ¿por qué preocuparse de ellos? Lo único que le puede preocupar al estado es que algún organismo internacional o la sociedad civil (es decir, los que sí son sus ciudadanos) se enteren y denuncien que se incumplen los Derechos Fundamentales de las Personas. Pero ¿cómo podemos saber lo queocurre allí dentro? Mantener la opacidad sobre lo que ocurre en un sitio donde solo entra la policía y los sin papeles, pues es relativamente fácil, más teniendo en cuenta que las personas internas acabarán expulsadas y una vez, deportadas, vete tú a buscarlas para que cuenten lo que sucede dentro del CIE! Es una especie de “crimen” perfecto.
Esto que he puesto es una ínfima parte de toda la barbarie que tienen montada los estados para controlar a las personas y ponerlas a disposición dl sistema económico como meras mercancías, cueste lo que cueste. Para más info:
Tanquem els CIE’s: http://tanquemelscies.blogspot.com.es/
Otro día quiero hablar sobre el CETI de Melilla y la valla de la vergüenza. Creo que merecen un post aparte y hacerlo un poco más elaborado que este. Este de hoy, como dijo Pascal, lo siento pero no he tenido tiempo de hacerlo más breve.
Lo que sucede en Ceuta y Melilla, las dos ciudades-cárcel de la Frontera Sur, tiene mucha tela. Lo de los CETI’s es una vuelta de tuerca a la treta legal de los CIEs (¡el más difícil todavía, señores!). Solo diré que si uno consulta la web del ministerio del Interior para informarse de lo que es un CETI, puede leer que se trata de un centro de acogida de inmigrantes, una especie de albergue de carácter humanitario… Fíjate tú, ¡qué majetes estos del Estado, que justo en la frontera con África, la de más tensión de la UE, en lugar de poner cárceles o CIEs, dicen que ponen albergues! Yo creo que el Nobel de la Paz a la UE se lo dieron por eso…
Pues eso, que el hecho de que desde hace siglos hayamos visto un mundo parcelado en fronteras y dividido mediante muros, no convierte esta situación en menos violenta. La división del mundo en fronteras es artificial, es contra natura y es violencia extrema. Es inaceptable que haya quien se apropie de la Tierra, la parcele y regule en qué parte de ella los seres humanos podemos y no podemos estar. Que mueran las fronteras y las banderas. Nadie es ilegal.
Por cierto, dejo el link con la canción que da título al post: